"En 2005, las fiestas de San Lorenzo han sido declaradas de Interés Turístico Nacional. Esta es una oportunidad que se debe aprovechar en ediciones venideras", así comienza el proyecto presentado en 2005 por la Asociación Cultural Animahu y que, un año después, dio origen al festival Animahu, que en 2021 celebra su decimosexta edición.
En ese proyecto de 2005 ya se apostaba por "atraer a un público deseoso de vivir experiencias diferentes, ofreciendo algo distinto y novedoso". En ese momento, existían solamente 5 festivales de circo en toda España, 3 de ellos en Cataluña. Fue una apuesta por demostrar que la calidad y la cultura podían movilizar al público, mezclar a oscenses y turistas de diferentes edades.
En el dossier original se definían unos objetivos que, desde el primer día hasta hoy, se han cumplido con creces: desarrollar una temática de vanguardia, mezclar diferentes artes, ofrecer espectáculo, ilusión y magia para todos los públicos, rememorar la infancia, atender a una demanda de turismo cultural que estaba por despuntar y generar valor añadido a las fiestas de San Lorenzo.
Sin salirse de esas directrices, en estos 16 años se han incrementado los impactos turísticos positivos y se ha contribuido a difundir Huesca y sus fiestas en los medios de comunicación locales, regionales y nacionales.
El festival, como se ha dicho, comenzó realizándose en las fiestas de San Lorenzo, durante la primera quincena de agosto, en Huesca, con salidas esporádicas a otros municipios. El ambiente festivo hizo crecer al certamen, pero también lo limitaba, al juntarse con el resto de actividades laurentinas. Por ello, en 2017, coincidiendo con el 90º aniversario de la muerte del célebre payaso jacetano Marcelino Orbés (el 5 de noviembre de 1927) se decidió trasladar a esas fechas el festival. Si la increíble historia de Marcelino había sido reivindicada por el festival desde sus primeras ediciones, ahora quedaba ligada de forma definitiva, con el homenaje que cada 5 de noviembre se tributa al artista aragonés.
Animahu ha sido pionero en Aragón en circo social, con el proyecto "Circo en movimiento" que compartía con el Ateneu Nou Barris de Barcelona y La Granerie de Toulouse.
En 2015, el festival recibió el premio a la Mejor iniciativa para la promoción del circo en Aragón. Pero no sólo ha habido circo. Repasando las programaciones de estos 16 años encontramos teatro, música, cine, formación o fotografía.
Más de 120.000 personas han asistido a las más de 300 actuaciones (itinerantes, a pie de calle, o en playas y escenarios) del festival. Exprimiendo el presupuesto al máximo, consiguiendo un nivel de calidad reconocido por todos, conectando con el público y paliando un déficit de actuaciones familiares-infantiles. Los niños son los espectadores y artistas del mañana, y el festival quiere fascinar su imaginación y despertar su entusiasmo.
Tras unos meses de zozobra, la edición de 2021 es acaso la más importante de la historia, porque nos proponemos recuperar las sonrisas, la ilusión de la primera edición, hacer que la gente se olvide de la pandemia y recupere las calles, atraer a los visitantes, volver a atraer a los artistas y mantener el pulso del festival, más vivo que nunca.